Colocar el azúcar y el agua en una cacerolita y llevar a fuego moderado.
Cuando hace burbujas de manera constante, prestar atención. El punto en que queremos el almíbar es el punto bolita. Para chequearlo podemos volcar una gota del almíbar en un vaso con agua, si se hace una bolita y es maleable ¡ya estamos!
Ahora hay que mezclar en un bol el almíbar con la pasta de maní, integrando muy bien, ya que al enfriarse el almíbar hará que el maní cobre una consistencia más arenosa.
Agregar el cacao, sin llegar a integrar totalmente, para formar el clásico veteado de este postre.
Colocar la preparación en un molde tipo budinera forrado en papel manteca.
Llevar a la heladera por al menos 3 horas hasta que enfríe y endurezca.
¡Ya está listo para servir! Aunque también se puede desmoldar y cubrir con chocolate derretido a baño maría para luego decorar con maní picado, ¡Queda bombastic!