Escurrir los tomates previamente rehidratados en kéfir y colocarlos en un recipiente junto al ajo y la sal. Mixear hasta obtener una pasta.
Condimentar con el pimentón, el ají molido y la mezcla de especias (pimienta, clavo de olor y coriandro). Mezclar.
Por otro lado, trocear el queso semiduro con las manos en pedazos pequeños.
Agregar el queso a la pasta de tomates e integrar con la espátula.
Dividir la mezcla en dos y colocar una porción en un rectángulo de gasa de 30 x 30 cm aproximadamente. Envolver formando una longaniza larga. Esta será la "tripa".
Hacer lo mismo con la porción restante.
Para bridar, atar el hilo cerrando un extremo, envolver la longaniza y anudar el hilo sobre sí mismo hasta llegar al otro extremo y anudarlo. Aconsejoamos ceñir el centro dividiendo la longaniza en dos, ya que si es muy larga, se parte.
Llevar a una rejilla elevada y dejar descansar por 15 a 21 días hasta que la consistencia sea firme y se hayan reducido en contorno. Es importante girarlos cada 12 horas para que se sequen bien de todos lados.
Consumir cortado en rodajas, solo o acompañado de pan, con queso, en picada o como gusten!