En un bol, colocar los tomates secos y cubrir con agua tibia. Dejar re-hidratar por al menos 2 horas (mejor de un día para el otro).
Escurrir los tomates re-hidratados y colocarlos sobre papel absorbente o paño de cocina para quitar todo el exceso de agua.
Con un cuchillo filoso, quitar las nervaduras de los tomates.
Colocar los tomates, el aceite, el ajo picado y el orégano en el vaso de la licuadora o mixer y batir hasta lograr una pasta cremosa.
Condimentar con sal y pimienta. Se conserva durante 1 semana en heladera y también se puede freezar.