Dejar los garbanzos en remojo durante toda una noche.

Al día siguiente escurrir y colocar en un frasco de vidrio grande, en donde entren cómodamente, sin tapa, cubrir con una tela tipo tul y una gomita.

Enjuagar y escurrir los garbanzos 2 veces por día y guardar en un lugar oscuro.

Los brotes salen al tercer o cuarto día.

Colocar los garbanzos con el jugo de limón, el ajo, el aceite de oliva, la sal y el tahini en la licuadora o mixer. Colocar unas gotas de agua si la mezcla está muy dura o a la licuadora le cuesta licuar. Mixear o licuar bien hasta obtener una crema.

A veces suelen quedar algunos grumos, esto es porque los garbanzos germinados son más duros que los cocinados.

Servir con más aceite de oliva y espolvorear con pimentón.