En una cacerolita, colocar los frutos, el azúcar y las 3/4 partes del agua.
Llevar a fuego mínimo y dejar cocinar por unos minutos.
Cuando los frutos están tiernos y deshechos, mezclar la fécula con el agua reservada y agregar a la cacerola revolviendo con cuchara de madera.
Cocinar unos minutos más para espesar.
Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego refrigerar.