Con la mano o con ayuda de una tijera, cortarle las hojas y separar los tallos.
Cortar las hojas en trozos pequeños.
Acomodar en una placa de horno con papel para horno.
Agregar un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Pimienta a gusto
Cocinar en horno precalentado a fuego muy bajo. El tiempo puede variar, lo importante es ir supervisando y que no se quemen. Deben quedar verdes pero crujientes.
Servir apenas salen del horno.
Notes
La primera vez que las hagan tengan cuidado con el horno, es importante agarrarle la mano. Prueben con el horno súper bajo y vayan viendo, no se tienen que quemar. Las hojas deben quedar crocantes, pero sin perder el verde.