La noche anterior, cortar las uvas (limpias y desgranadas) en mitades y agregarles el azúcar. Mezclar y dejar macerar unas 8 a 12 horas.
Al día siguiente, volcar la preparación en una cacerola y llevarla a fuego fuerte hasta que rompa hervor, revolviendo con cuchara de madera.
Cuando comienza a hervir, bajar el fuego al mínimo y revolver chequear la preparación de a momentos. El objetivo es que reduzca y espese. Más o menos demora 40 minutos, dependiendo del tipo de fuego y cacerola empleados.
Una vez que redujo y espesó, quitar del fuego y e inmediatamente pasar por un colador de alambre para desechar pulpa, piel y semillas.
Colocar la miel en frascos previamente esterilizados -en caliente, ya que cuando enfríe espesará más-. Dejar que entibie a temperatura ambiente, ya está lista para consumir. Para conservarla, tapar los frascos y llevar a la heladera.
Notes
Esta miel puede usarse para todo lo mismo que usarían la miel de abejas: para hacer otras recetas, para endulzar el té, para agregarle un toque dulce al pan con manteca, para pincelar medialunas en lugar de usar almíbar, etcétera.