¿Por qué una esponja vegetal y una pelotita antiestrés son todo lo que necesitás en el botiquín?
Bueno, todo, lo que se dice TOOODO, no. Pero casi. Tal vez alguna vez hayan oído que el masaje es más importante que los activos que contenga la crema de tratamiento, así como el cepillado es “la” clave al momento de lavarse los dientes y no el dentífrico. Bien, por ahí viene la cosa.
PARA LA CARA, LA PELOTITA ANTIESTRÉS
Hace algunos años descubrí una técnica de masajes creada por una yogui llamada Yamuna Zake. Long story short: Yamuna se “descuajeringó” la cadera en su primer y único parto. Este hecho le impidió realizar las asanas que acostumbraba pero, como ella se negaba a relegar su vida al uso de un bastón, inventó el método Body Rolling que emplea esferas para posibilitar las posturas y mejorar el estado físico. El “rodado” tiene un efecto vibratorio que logra ejercitar hasta los huesos, fortaleciéndolos e incrementando la producción de colágeno. El colágeno es el componente más abundante de los huesos y de la piel, por lo cual el rodado no sólo mejora el estado de los huesos, sino la calidad de la piel.
Al notar esto, unos años más tarde creó Face Ball. Básicamente esta técnica consiste en rodar una pequeña pelota en la cara y el cuello, trabajando suavemente sobre la piel en contra la gravedad, para verdaderamente levantar los músculos faciales y devolver la posición que deben tener. Con el paso del tiempo, los huesos se encogen, la piel se adhiere a ellos y se hunde a su alrededor. Rolando la pelotita la menos una vez al día (yo lo hago por las noches, antes de irme a dormir) se levanta el hueso y el músculo para que la piel se sujete de nuevo y vuelva a su lugar. En consecuencia se suavizan arrugas y líneas de expresión, la piel se nota más brillante y turgente. Los resultados son inmediatos y los efectos, acumulativos. En Estados Unidos y en Europa se pueden conseguir las pelotitas oficiales de Yamuna que, se supone, tienen el tamaño y la consistencia ideales para lograr la eficiencia de los masajes. Sin embargo, yo lo probé con una pelotita antiestrés, de esas que venden en esos bazares multiproducto o en el barrio chino, y funciona de mil maravillas. Eso sí, hay que ser CONSTANTE y, no es que dejé de usar crema facial por hacerlo, pero, sin dudas, mi piel mejoró increíblemente desde que implementé esta técnica -hace ya tres años-.
PARA LAS PIERNAS, LA ESPONJA VEGETAL
Si hay un mal que nos aqueja a #lasveganashermanas por igual, ese es el síndrome de las piernas inquietas. Este molesto y aterrador mal ataca de noche, durante el sueño, y lo heredamos de nuestra abuela materna. A mí no suele agarrarme muy a menudo, pero cuando me pasa me dura al menos tres noches seguidas, Así fue como Sabri, la hermana menor, me pasó EL TIP SALVADOR.
En realidad, el mérito es de la actriz Gwyneth Paltrow. Sí, sabemos que puede ser polémico, pero no hay que ser prejuiciosos: este secreto es económico y harm-free. Todo lo que hay que hacer es pasar una esponja vegetal en seco y con dirección ascendente (es decir, de abajo hacia arriba) por las piernas. Se empieza desde los pies hasta las rodillas y luego se continúa de las rodillas hacia los muslos. Conviene meter un poco de presión, cosa que, al principio puede doler, pero incrementa los beneficios. Al hacerse en seco se eliminan más cantidad de células muertas que con la exfoliación húmeda. se reduce la apariencia de la piel de naranja, la piel se torna más suave y el malestar de las piernas cansadas ¡desaparece! Y, algo que Gwyneth no dijo pero yo noté: si tenés “arañitas” se suavizan un montón porque mejora la circulación. Recomiendan hacerlo antes de la ducha pero, para mí, “el orden de los factores no altera el producto”; a veces lo hago antes, a veces después y, otras, antes de irme a dormir. Siempre, pero siempre logra su cometido.
Ah, una cosa más: si hiciste mucho ejercicio y también te duelen los brazos, abdominales, espalda o lo que sea, también alivia el malestar en esas zonas. Al menos así funciona para mí.
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