Hace aproximadamente un mes, estuvimos de paseo por la hermosa ciudad de Berlín.
AAAAAAH, qué ciudad tan intensa! Muy muy movilizante.
Yendo a lo que me atañe, quiero hablar de la gastronomía. Todos sabrán que Alemania es el país de las costillitas de cerdo, las salchichas y (por suerte) las PAPAS!
Me imaginé que iba a pasarme como en mi visita a Madrid, pensé que iba a vivir a papas, pero no! Los alemanes me han sorprendido con su amabilidad y predisposición a la modificación/eliminación de ingredientes de origen animal en los platos del menú.
Para la primera cena en Berlín fuimos con la familia a un típico restaurante alemán, en donde el hermano de mi suegro (alemán) pidió unas salchichas que volvieron locos a todos. No me voy a detener en describir esos platos que a los veganos no nos interesan.
Pues bien, en la carta no había nada apto para mi consumo, NADA (esto me pasó en todos los lugares salvo en uno). Lo único que pude hacer en este lugar, fué pedir el plato de pastas con vegetales salteados, pedirles que en lugar de crema y queso lo hicieran con aceite de oliva y VOILA! Estuvo delicioso, dejé el plato limpio pasándole cachos de pretzel y cuasi lamiéndolo (Más tarde googleé que el pretzel en muchas ocasiones se prepara con manteca, así que nunca más lo comí).
En otras oportunidades comí ensaladas (siempre pidiendo que quiten el queso o el huevo o la mayonesa) pero todo bien. En las heladerías tomaba el sorbet, compré un chocolate amargo para darme el gustito si estaba antojada.
Para el desayuno, compraba en un lugar un bagel, al que le ponía manteca de maní y mermelada. Tomaba café con leche con leche de soja, que todos los lugares tienen como alternativa o comía frutas frescas. Me compré barritas RAW y frutas secas para tener siempre a mano, así que bien.
El tema es que extrañé mucho mi comida, muchísimo ah, y mis helados!
Un día, llevé a todo el familión (éramos 8) a una hamburguesería MUY pro, sólo porque en el menú había una HAMBURGUESA VEGANA. Diooooooos! lo feliz que fuí cuando leí ese menú.
El lugar era hermoso, el «combo» era así: Hamburguesa + Papas o ensalada + Cocktail. Pedí la hamburguesa vegana en pan integral, venía con unos toppings deliciosos, las papas eran LA GLORIA (nada de ensalada) de hecho, marido se comió sus papas en un santiamén, pero yo soy muy cuidadosa con la dosificación de las papas, porque me gusta que las papas duren hasta el final de la hamburguesa. Adiviné en la mirada de marido, que estaba planeando robarme una papa. Lo miré con mirada de rayo láser, puse una servilleta por sobre mis papas a modo de protección contra manos extrañas y le dije: Si tocás una papa, te mato. (así de buenas estaban)
Acompañé toda esa delicia con un mojito. Grosa perfección!
Por si algún día van a Berlín, el nombre de este glorioso lugar es Hans im Glück, que quiere decir «Juan con suerte» aunque ese día, la suerte la tuve yo.
maggie dice
ay, para mí berlín es una suerte de paraíso para los veganos. hay montones de restaurantes y casas de comidas veganas, aun más vegetarianas, casi todos los lugares tiene opciones y saben lo que es y donde no se manejan. pero realmente el veganismo allá ya no es raro y forma parte de la vida de la ciudad. hay millones de motivos que me hacen querer volver a berlín una y otra vez y la comida es uno de ellos. me partí la boca allá las dos veces que fui ^^
Lorena Raffaelli dice
Claro Maggie, el tema es que yo estaba con familiares no veganos y no podíamos ir a lugares exclusivos para veganos, imaginate. Así que tuve que comer en restaurantes tradicionales. Sé que la ciudad está más que preparada, incluso, tiene el primer supermercado vegano del mundo. Tal vez en mi próxima visita pueda darme esos lujos.
Gracias por comentar!
PABLO dice
Un restaurante donde se come sano y con vegetales no es un «lugar exclusivo para veganos» Creo que es un punto a nuestro favor hacerle entender a nuestros familiares y amigos que comer sin participar en el maltrato animal no es un lujo, y por lo genera, a poco que te aprecien, acabarán entendiéndolo. Desde luego la gente de la que me rodeo, a pesar de no ser veganos entienden que yo no «puedo» o mas bien, no quiero, comer en todos los restaurantes, asi que no hay ningún problema en comer en sitios con oferta para personas veganas, ellos no van a morir por comer verduras, y siempre pueden sorprenderse conociendo comidas, restaurantes y platos nuevos. Lamento tu experiencia en Berlin, yo te escribo desde aquí, paso muchas temporadas aqui y no hay un dia que salga a un restaurante y no me encante. Incluso en los supermercados hay un monton de alternativas que ni siquiera en España soñamos con ellas 🙂 Un saludo, y gracias por tu blog
Lorena Raffaelli dice
Pablo, estoy de acuerdo con lo que decís y mis acompañantes siempre se muestran propensos a ir a comer a lugares veganos, pero, cuando estás de viaje muchos días, la gente no quiere ir SIEMPRE a comer vegano, quieren comer otras cosas y aunque no me guste, debo respetarlo. En el caso de este viaje, los familiares con los que estaba eran todos mayores de 70 años, gente con costumbres muy arraigadas (malas costumbres lamentablemente) y no les copaba mucho la onda vegana, así que me tuve que adaptar. Sé que en Berlín el veganismo pisa muy fuerte y que hay millones de lugares, lamentablemente en este viaje en particular, no pude disfrutarlo como me hubiese gustado, sin duda en mi próxima visita experimente más el lado vegano de Berlín.
Ya que sos de España, te consulto de qué parte? Estoy yendo a España en Marzo (Madrid, Barcelona, Cordoba, Sevilla y Granada) Madrid y Barcelona ya conozco, pero los otros lugares? Tenés idea de la oferta vegana por esos pagos?
Gracias y saludos!
marula dice
¡Gracias por los tips! Quiero ir a Berlín y comer esa hamburguesa en lo de Juan!!!
Lorena Raffaelli dice
Es imperdible Marula!
Aldi dice
Cuánto hace que no venís a Buenos Aires Lolet? Tengo la grata noticia de que vas a sorprenderte de cómo de a poco vamos «copándole la parada» aparecen «veggie esto» o «veggie aquello» en ls cartas de los restos… ni hablar de los vegetarianos/veganos! Hay muchos, cada vez más! Por suerte, y esto me animó a dar el gran paso, cada vez se conoce más y se encuentran más y más opciones 🙂 Y gente grosa como vos logran cosas como que las suegras, amigas y abuelas te preparen recetas veganas! Cariños desde el ciberespacio argento…
Lorena Raffaelli dice
Hola Aldi!
Qué lindo lo que me contás, lo pude ver en junio, que estuve de visita y de hecho, fui a un lugar a comer pizza vegana! En septiembre vuelvo, así que tus recomendaciones serán muy bienvenidas. Saludos!