ENSALADA MEDITERRÁNEA DE PAPINES Y ATÚN

¿Les pasa que cuando alguna comida les gusta mucho, pero mucho, sienten que podrían vivir el resto de sus vidas comiendo sólo eso? Porque eso es lo que yo siento cuando un plato me encanta, es exacto lo que le decía a mi mamá respecto de estos pancitos, por ejemplo, y es lo que me pasa con casi todas las recetas que llevan papa como ingrediente principal, tipo, «podría vivir a ñoquis».

Creo que fue esa la sensación que me quiso transmitir el chef Javier Medvedovsky cuando me tocó entrevistarlo hace algunos años para la revista femenina y me dijo: «elegí 4 o 5 ingredientes que te gusten mucho para hacer una ensalada ¡y listo! No hará falta que pienses más en qué vas a comer».

Bien, supongo que podría vivir a base de esta ensalada que tiene:

1. Papines con su cáscara, hervidos y cortados en mitades.
2. Falso atún que hice siguiendo esta receta pero, en lugar de jackfruit -que acá no se consigue- usé las mollejitas que enseñamos en el Curso de Carnes Vegetales. Aunque también pueden usar hongos frescos, seitán o tofu. O también pueden hacer este otro atún a base de garbanzos.
3. Tomates frescos cubeteados sin semillas.
4. Aceitunas negras.
5. Sal, pimienta y aceite de oliva –Oh!, por supuesto-.

NADA MÁS!

Insisto con que es una sensación. En la realidad no podría vivir a ñoquis, ni a pancitos, ni a base de esta ensalada, porque la parte nutricional deja mucho que desear. PEEEEEEEEEERO es rica, saciadora y sirve para resolver un almuerzo en pocos minutos.

Antes de pasarles la receta, me gustaría dejarles dos interrogantes: el primero, que la prueben y me cuenten qué les pareció. Y el segundo, que piensen cuáles serían sus 4 o 5 ingredientes ideales para mixear en una ensalada que «podrían comer toda la vida».