En esta semana SIN LÁCTEOS -de origen animal- les compartimos una nueva opción que se suma a todas las alternativas vegetales que hemos compartido acá en el blog a lo largo de los años para sustituir la leche de vaca.

No voy a comentarles de todos los beneficios que la cebada perlada tiene, un poco porque ya lo hice en este otro posteo y otro poco porque, como ya aclaramos en más de una oportunidad: no somos nutricionistas -para eso me la consultan a Eva Henderson o a su nutri de confianza-. Simplemente voy a limitarme a reflexionar: qué bello es el veganismo que para aquello que tenías una o dos opciones -como la leche- te abre un abanico de posibilidades, NOCIERTOOOOO?

Acerca de la receta

Como la cebada perlada se parece al arroz y no encontré en mi búsqueda una receta que se adecuara a lo que imaginaba, usé como base la receta de esta leche de arroz. Sin embargo, aunque de sabor se le parece bastante, la consistencia de la leche resultante fue más similar a esta otra de avena, que es un poco más viscosa -por lo que, si no quieren que quede tan espesa, pueden hacer el paso del doble filtrado que damos allí-.

Qué hacer con el bagazo

Yo les diría que lo sumen a estas milangas de avena que queda genial. También puede usarse para hacer hot cakes, cookies, croquetas…

Para qué usar la leche de cebada perlada

Les diría que puede usarse para casi cualquier cosa, porque su sabor es súper neutro, pero les voy a enumerar aquellas preparaciones en las que «más mejor» queda, según mi opinión:

Puré de papas. Aporta una cremosidad única.
Bechamel o salsa blanca, ya que su sabor es suave y su tonalidad blanquísima.
Natillas, flanes o postres.
Para tortas, budines, panes, etc.
También se puede endulzar y condimentar para beber, se puede usar para cortar el café, para hacer este chocolate caliente y mucho más.

Espero que se animen a probarla y recuerden: si todavía no encontraron su leche vegetal ideal, sigan intentando porque no saben lo bien se siente NO ROBARLE EL ALIMENTO A NINGÚN BEBÉ!