Agua fresca + frutas es la fórmula imbatible para sobrellevar exitosamente el calor excesivo que estamos viviendo por estos lugares. Sin ánimos de extenderme en las causas de este clima tan hostil (un poco lo hemos hablado en otras ocasiones por acá) siempre estamos dispuestas a reflexionar, a tratar de ser un poco más conscientes de los recursos que utilizamos y de la huella que dejamos en este mundo.
Una de las cosas que menos me gusta de este clima es verme en la obligación de recurrir al aire acondicionado, pero vivo (y trabajo) en un departamento rodeado de hormigón, sin ventilación cruzada, con una terraza en la que pega el sol TODO EL DÍA, en una ciudad con muy pocos espacios verdes como es Buenos Aires, así que a veces no me queda otra. Sin embargo trato de no usarlo de manera continua, cerrar las cortinas para evitar que entre todo el sol y mantenerme fresca tomando agua y comiendo frutas.
Por eso, y volviendo a lo que nos compete, hace un tiempo implementé esta idea de aguas saborizadas y hace unas semanas -en vistas de la ola de calor y con ella, los posibles cortes de luz- la empecé a hacer hielos.
VENTAJAS DE SABORIZAR LOS HIELOS
- Ocupan menos lugar. Con menos de una cubetera se puede refrescar rápidamente un litro de agua.
- La fruta y hierbas que usemos se mantendrán frescas por más tiempo.
- Si se corta la luz, tardan menos en perder el frío.
- Son re prácticos porque se puede saborizar directo en el vaso y re van para el tereré.
- Al igual que las aguas, habilita el juego de combinaciones a gusto y piacere. Incluso se puede usar jugo o kéfir en lugar de agua, o endulzar.
Ojalá lo pongan en práctica y…
NO SE OLVIDEN DE TOMAR AGUA Y COMER FRUTAS!
Deja una respuesta