Si el veganismo es la voz de los oprimidos, entonces también es la nuestra, porque #WeAreNotThereYet
Puede que hayas nacido de este lado del mundo, en una época donde las mujeres ya eran libres de votar, trabajar, estudiar lo que quisieran y conducir autos -entre otras cosas- como nosotras. Pero todos esos derechos que nos fueron dados desde el preciso instante de nuestro nacimiento, no estuvieron ahí desde siempre y tuvieron un alto costo para otras mujeres. Incluso, hoy en día, todavía existen países donde a las mujeres no se las deja votar, ni trabajar, ni estudiar lo que les plazca o tampoco conducir autos. Todavía hay un precio que pagar por ser mujer, también en nuestro país y en esta época.
A nuestra abuela paterna, a quien todos conocen como “La Negra”, su papá la sacó de la escuela a los 10 años para que se encargara de las tareas domésticas, ya que ambos padres debían trabajar fuera del hogar. La sacaron a ella que era mujer, y no a su hermano varón. A él le permitieron -lo obligaron a- terminar sus estudios. Y a nuestra mamá le sucedió algo parecido: como tenía muchos hermanos más chicos, tenía que ayudar a cuidarlos y tenderles la cama a los varones, sólo porque ella era nena, y así debía suceder. Por suerte, nuestros papás, nos criaron con otros pensamientos: en casa era común verlo a papá cocinar y lavar los platos, poner la mesa o lavar la ropa. Siempre nos alentaron a estudiar lo que tuviéramos ganas, aún haciendo sacrificios en pos de que nosotras pudiéramos lograrlo. Nos prestaron el auto para que aprendiéramos a manejar y nos enseñaron que el trabajo doméstico es un trabajo, aunque esté invisibilizado y no perciba ninguna remuneración. Nos enseñaron a luchar por nuestros derechos y a perseguir nuestros sueños.
Las estadísticas indican que en Argentina muere una mujer cada 30 horas, víctima de violencia de género. Todavía las mujeres percibimos menor remuneración frente a igual tarea y en general no ocupamos cargos importantes, aunque estemos más capacitadas que nuestros compañeros varones. Y estas son sólo algunas causas por las que creemos que debemos alzar nuestra voz y nuestros puños, pero hay muchas más…
Por eso ayer paramos y marchamos. Porque es necesario tomar partido y pararse del lado del feminismo para lograr la equidad. Porque ninguno de los derechos que tenemos como mujeres los tendríamos si otras mujeres no se hubieran unido, levantado y luchado antes.
#8M #diainternacionaldelamujer #porlaigualdad #niunamenos #vivasnosqueremos