La primera vez que probé los ravioles chinos fue en la mismísima China. Hace 11 años tuve la oportunidad de viajar al gigante asiático a estudiar Chino Mandarín, junto con un grupo de estudiantes argentines.
La experiencia fue hermosa y muy enriquecedora en muchísimos aspectos, tanto cultural, gastronómico y estudiantil.
Vivíamos en el campus de la Universidad de Jilin y estudiábamos muchísimo. Comíamos cualquier cosa, dormíamos poco, pero nos divertíamos a lo grande.
Una de las cosas que más me shockearon en este viaje, fue ver, por primera vez, carne canina. Recuerdo que pegado al edificio donde vivíamos y estudiábamos, había un restaurante que, cada mañana, recibía un camión que descargaba cadáveres de perritos, sin su piel, como muchas veces habrán visto descargar en la carnicería del barrio la «media res» de vaca.
De más está decir, que yo en ese entonces no era vegana (nadie del grupo lo era) y nos molestaba muchísimo, qué digo nos molestaba, nos INDIGNABA, nos ENOJABA, nos HORRORIZABAMOS al ver que había gente que osaba comer tan hermosos animalitos.
Cada vez que pasábamos por la puerta de este establecimiento, cantábamos esta canción: «LOS PERROS NO SE COOOOOOOOOOOOOMEEEEEEEEEEEEN, LOS PERROS NO SE COOOOOOOOOOOOOOOOOOMEEEEEEEEEEEEEEEN» al son de una canción de cancha.
Pero al rato estábamos pidiendo un guo bao rou de cerdo o un gong bao ji ding de pollo lo más campantes, relamiéndonos y disfrutando de ESOS cadáveres.
Amigues, se los presento, EL ESPECISMO en todo su esplendor.
Pasaron unos años hasta que dejé a todos los animales fuera de mi plato, pero cada vez que recuerdo aquel sentimiento de horror al pensar en un perro convertido en comida, me doy cuenta de algo:
Si te resulta inconcebible que un perro o un gato sean asesinados, despellejados y cortados en partes para hacer un guiso, solo tenés que incluír al resto de los animales en ese grupo.
No dejes que la tradición, la cultura y las costumbres te convenzan de lo contrario. Comer animales está mal, es primitivo, es violento, es horroroso, es insostenible y sobre todo, es INNECESARIO.
Los jiaozi
Ahora bien, no voy a hablar de los miles de diferentes sabores de jiaozi que comimos en China, pero si les voy a contar que, los jiaozi son ravioles (similares a las gyozas japonesas) se pueden rellenar con millones de rellenos y se cocinan básicamente en 3 formas diferentes: al vapor, sumergidos en agua o grillados.
Este último método es el que más me gusta a mi y así los preparé, pero pueden usar los otros si así lo prefieren.
El relleno lo hice con hongos, porotos aduki y verduritas, indispensable la salsa de soja y el aceite de sésamo para dar el verdadero toque chinesco.
La masa, se hace muy fácil y muy rápido usando solo harina y agua.
Este simpático palito, fue un regalo de la directora de la Universidad de Jilín en China a cada uno de los estudiantes, para que aprendiéramos a preparar nuestros propios jiaozi. Aún lo conservo, tantos años después y solo lo uso para hacer este plato.
A Simón le encantó estirar las envolturas.
Espero que se animen a preparar este plato tan sabroso y viajen a través de los sentidos.
Jiaozi
Ingredientes
Para la masa
- 2 tazas de harina 0000
- 3/4 tazas de agua fría
Para el relleno
- 1 taza de hongos grillados picados
- 1 taza de porotos aduki cocidos
- 1/2 taza de repollo colorado picado
- 2 ramitas de cebolla de verdeo
- 1 diente de ajo
- 1 trocito de jengibre
- 1 cucharada de aceite de sésamo
- sal marina
Para cocinar y servir
- aceite neutro
- agua hirviendo
- salsa de soja
Elaboración paso a paso
Para la masa
- En un bol, colocar el agua fría e ir agregando harina de a poco y mezclando.
- Es probable que necesites más agua, incorporar de a gotas hasta que la masa quede suave.
- Envolver la masa y llevar a la heladera por 1 hora.
Para el relleno
- En un bol, colocar los hongos picados.
- Incorporar los porotos aduki levemente pisados.
- Agregar el repollo finamente picado.
- Picar la cebolla de verdeo y el ajo, incorporar al bol.
- Rallar el jengibre y agregarlo al bol junto con el aceite de sésamo.
- Condimentar con sal marina.
Para armar
- Hacer bolitas con la masa y estirar con un palo hasta formar un círculo de masa fina pequeño.
- Rellenar con una cucharadita de masa y cerrar como si fuese una empanada.
- Hacer unos pliegues en el doblés y continuar armando el resto de los ravioles.
Para cocinar
- Colocar una sartén al fuego alto y agregar un chorrito de aceite neutro.
- Acomodar los ravioles con la base sobre la sartén hasta que se grillen.
- Una vez las bases están grilladas, incorporar un chorro de agua hirviendo y tapar la sartén para permitir que se cocinen las envolturas.
- Servir inmediatamente acompañados con salsa de soja o salsa agridulce.
Notas
Colocar los ravioles en la vaporera y cocinar por 10 minutos. Para cocinar en agua:
Poner a hervir abundante agua en una cacerola y colocar los ravioles en su interior. Estarán listos cuando floten a la superficie.
Selene dice
Ame la receta! Me encantaría que publicarán más recetas orientales veganas…. Un saludo
maruraffaelli dice
Gracias por tu comentario!
Allister dice
Hay algo que pueda reemplazar el trigo?
Vanessa dice
Hola! se pueden congelar?? Gracias ♥