Bastoncitos de polenta

En casa soy la única que come polenta. La amo y mi versión favorita es bien cremosa, llena de queso fundido y con salsa boloñesa. Si, es una bomba, pero así la preparaba mi madre y así es como cucharada a cucharada viajo en el tiempo y saboreo el pasado, presente, futuro. Es que, claro, la de mamá no era vegan y la mía si, de PE a TA.

Pero qué tiene que ver esta historia con la receta que hoy les comparto? Pues que siempre me sobra polenta porque, como me gusta tanto hago una cantidad descomunal y claro, sé que con la polenta sobrante se puede hacer magia! Así que casi que hago de más a propósito 😝

Bueno, yo preparo la polenta con leche de almendras o caldo, luego la condimento con aceite de oliva, nooch y queso que se funda, en general este, sal y pimienta. De esa delicia me sirvo un bol enorme y por encima le tiro salsa boloñesa que a veces hago con soja texturizada, otras veces con hongos, tempeh o nueces.

Lo que me sobra de la polenta (sin la salsa) lo pongo en un recipiente hermético (en general rectangular) lo aplasto bien y lo guardo en la heladera. Con el frío queda tan sólido que se puede cortar de la forma que une quiera. En esta oportunidad, lo corté en bastoncitos.

Como ya está bien delicioso, no le agrego nada más, simplemente lo corto, lo pongo en una placa para horno y lo cocino hasta que quede crujiente y dorado.

Simple y se puede comer como entradita, para mojar en dips o acompañar con una ensalada para un plato liviano.

Así que la próxima vez que hagan polenta, simplemente preparen un poco más y listo! Tentempié reciclado!