Este es un queso untable, fresco, crudivegano y fermentado. Su sabor es intenso -producto de la fermentación- y su consistencia es un tanto áspera -más parecida a una ricota-. Es delicioso para untar tostadas y se le puede dar un toque dulce con mermeladas o siropes, pero también va bien para condimentar en versión salada con lo que más te guste y volverlo protagonista de una picada -tipo como hicimos acá-.

La parte más difícil

¡Pelar las almendras sin cocinar! Tal como les conté en este otro posteo, es más fácil pelarlas cuando se las pasa por agua hirviendo. Después, es una receta muy sencilla. Ah y con las pieles de las almendras obvio que pueden hacer bacon bits!

El fermento

Idealmente se usa kéfir de agua o rejuvelac, Pero también lo probé con el suero del yogur filtrado que enseñamos en el curso de lácteos vegetales y queda genial. En caso de no tener ninguna de estas cosas, aconsejo agregar una cucharada de yogur natural sin endulzar y vivo, como el de Coco Iogo o el contenido de una cápsula de probióticos.

El tiempo que lo dejamos fermentando (entre 12 y 24 hs.) será el mismo tiempo en que aprovecharemos para filtrar el queso. Para hacerlo, recomiendo usar una tela tipo gasa, algún filtro para leches o nuestros paños queseros o eco-bolsas reutilizables que encuentran en nuestra tienda online.

Les dejo la receta, ¡comenten si lo prueban!